Jamás la Pascua sembró
tantas sonrisas en mi casa
los recuerdos de Jerusalém
se viven en las sillas del confinamiento
Hay una calma desconocida
en el aire limpio de las ventanas
las palabras de consuelo
los despertares bajo el reloj
No adivinan las estrellas
de la noche su destino
para no decir el misterio
que habita bajo ellas cada día
Pasan las mañanas extrañas
las flexiones de la mente
el silencio de los huesos
que suceden con gozo y paz
A pesar de todo, el miedo
espera detrás de las puertas
que no abrimos para no llorar
agradeciendo cada despertar
Debo esperar, confiar y rezar
ver cómo sucede de nuevo la vida
la belleza del mundo debe brotar
con la esperanza de volver a soñar
tantas sonrisas en mi casa
los recuerdos de Jerusalém
se viven en las sillas del confinamiento
Hay una calma desconocida
en el aire limpio de las ventanas
las palabras de consuelo
los despertares bajo el reloj
No adivinan las estrellas
de la noche su destino
para no decir el misterio
que habita bajo ellas cada día
Pasan las mañanas extrañas
las flexiones de la mente
el silencio de los huesos
que suceden con gozo y paz
A pesar de todo, el miedo
espera detrás de las puertas
que no abrimos para no llorar
agradeciendo cada despertar
Debo esperar, confiar y rezar
ver cómo sucede de nuevo la vida
la belleza del mundo debe brotar
con la esperanza de volver a soñar
No hay comentarios:
Publicar un comentario