Como la
lluvia que riega el campo para verlo florecer
Tú eres
el agua que empapa nuestro pecho para cantar
Como el
mar que sostiene la vida o el oxígeno...
la respiración
Tú eres
la sonrisa de nuestras notas o la alegría de nuestro interior
Como el
sustento, como el alimento para crecer
Tú nos
nutres de tu carisma, de tu afecto, de tu querer
Como el
maestro de infancia en el recuerdo tierno
Tú nos
ayudas con tu sabiduría en los tropiezos o al caer
Y...ahí asomados por la ventana al mundo
tu
música... tu alma... nos dirige, nos guía
diluyéndose
nuestra existencia sin tu calor
Y...perplejos
de tu mirada, de tus palabras, de tu
voz
fluye
ese hilo de tu espíritu que nos enlaza que nos abraza
desde tu
esencia... transmitiendo el sonido de tu corazón
Me ha gustado,¡Bendito maestro!
ResponderEliminarHola Agustina bienvenida a mi blog gracias, me alegro te guste. Un abrazo vuelve siempre que las letras en el aire te llamen...
EliminarHola Loren:
ResponderEliminarbendito hilo! a mí que me aten unas cuantas toneladas de él, por favor. BSS
daniela
Daniela amiguita de la lírica de la poesía de la vida, su hilo nos impulsa y sonamos al unísono transmitiendo la pasión por la música. Un besazo
EliminarDe niño veía como el campesino miraba al cielo, con una mueca de contrariedad, cuando las nubes se alejaban sin descargar el agua deseada y necesaria para sus cosechas, por eso se el valor que tiene en todo lo que hacemos. Agua que mana de tu corazón que gota a gota nos llena la tinaja de los sueños.
ResponderEliminarUn beso
antonio
Mi querido Antonio, gracias por tus entrañables palabras siempre; sé que comprendes mis palabras, los sueños de la vida que solo se leen con los ojos del alma.Un gran abrazo
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