Tierra quebrada, de manos heridas
de parras azotadas por el viento
hechizadas por el aroma del vino azul
morado de momentos
luces de un sol calmado por las aguas termales
que surgen de los manantiales del Ebro
Todo se cubre del pensamiento
sosiego añorado
llenando los pasos, huellas de paz
noche de racimos, de vid, de blanco
de cazuelas de rojo calor
paseando por un rincón desconocido
donde la noche fría nos saluda
dejando el sueño y la vida palpitar
Soñar, palpitar, soñar
soñar, palpitar
de parras azotadas por el viento
hechizadas por el aroma del vino azul
morado de momentos
luces de un sol calmado por las aguas termales
que surgen de los manantiales del Ebro
Todo se cubre del pensamiento
sosiego añorado
llenando los pasos, huellas de paz
noche de racimos, de vid, de blanco
de cazuelas de rojo calor
paseando por un rincón desconocido
donde la noche fría nos saluda
dejando el sueño y la vida palpitar
Soñar, palpitar, soñar
soñar, palpitar
Soñar, palpitar, caminar, cerrar los ojos y en ese lugar repetir suavemente tu poema. Agradezco me dejaras pistas para venir a disfrutar de tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola no te he vuelto a ver en mi rincón vuelve siempre que quieras gracia, un abrazo
Eliminar¡Y qué placer es soñar y palpitar! Me encataría conocer esa tierra quebrada, pero por el momento la disfruto a través de tus versos :)
ResponderEliminarBellísimo, Loren, el poema transmite paz, dulzura y sosiego.
Un beso enorme.
Tus palabras y tu visita a mi humilde blog son un honor y un motivo de alegría para mí, gracias por el mensaje, aliciente para seguir escribiendo.
ResponderEliminarUn abrazo
Dulzura, sosiego y felicidad siento cuando te siento en mi rincón con tu aliento y tus palabras mi maestra, amiga Liliana. La belleza de la tierra Alavesa con sus viñas, su paisaje, sus bodegas me han encantado en esta escapadita rápida pero intensa.
ResponderEliminarMil besos
Imágenes hermosas brotan de tus poemas de suculenta vid encamisada. Se zarandea mi garganta con los granos de su racimo. El silencio de mi habitación me hace estremecer saboreando suculento líquido, influjo de tus manos acariciando el teclado lleno de versos para tu alma.
ResponderEliminarEs un placer leerte chavala.
Gracias.
Antonio
Manos de arado desliza sus semillas
ResponderEliminarlas lanzas al viento con franca sonrisa.
Mirando al cielo con las vista perdida
la yunta de bueyes le indica el camino
despacioooo…,
sinnn prisasss.
Un abrazo