Con los pies mojados del tiempo y el mar
Asciendo rápido la cumbre si las estrellas
Sueltan las cascadas de los segundos llenos
Enloquecen mis sentidos cubiertos de rosas
Por que los días que se invaden de luz
Pasan fugaces, transcurren repletos de tulipanes
Deshojando minutos de gigantes margaritas
Respirando chaquetas de meses vestidos
Los pantalones corren deprisa por las lunas mágicas
Tejiendo unos suaves guantes eternos de oro
Escuchando el reloj de azules campanadas
Saboreo fuerte, para no perder ni un segundo
Ni un instante, del eterno amarillo que cubren
Las grises muecas que no existen sobre esta luz
Sonriendo al canario que se alza sobre una edad
Despierto como gacela saltarina, como dulce colibrí
Tiempo eterno, no cierres la juventud de amor
Te respiro inmenso aire, aire y tiempo
Tiempo de aire que desaparece si el sueño
Cesa en la eternidad o en la nada...
El tiempo se detiene solamente entre los sueños y los recuerdos.
ResponderEliminarMaravilloso poema que aprehende esos espacios para que no desaparezcan los momentos más gloriosos de la vida.
Un beso grande, Loren :)
¡Ay el tiempo! Que rápido pasa. Sin embargo recuerdo cuando yo era tan solo una niña y los dias me parecian eternos, tenía mucha prisa por crecer y ser una mujer.
ResponderEliminarBonita poesia, me gustó.
Besos
Loren, te dejo el link de una pequeña entrevista que me hicieron en México, por si querés darle una mirada. Por algo se empieza :)
ResponderEliminarhttp://martin-guevara-trevino.blogspot.com/2010/06/liliana-cristina-garcia-tocar-las.html
Besos, reina.
Las fragancias del amor quedan en el aire, y tú Loren has descripto con inefable belleza y colorido, los sentimientos más cálidos!
ResponderEliminarMuy bello, abrazos!