Daba vueltas en el vestíbulo del reloj del tiempo
Infancia de sonrisas llegando a la estación
Asombrosos galones de chaquetas en los furgones
Historias de mi abuelo sentado en sus rodillas con la máquina del tren
Veo viajes de pucheras esperando su regreso
Laberinto sobre vías rotas que suscitan mis anhelos
Al olor de aceite quemado persistentes de mareos
Veranos de recuerdos terminados en el tren
Sueños tiernos de billetes de ilusión
Despertares en la nieve que recubre las columnas del andén
Después, en los cristales circulan sin parar los trenes
Despedidas de sonrisas en las vías del adiós
Miles de amaneceres de travieso tiempo
Palpitares de vida descubriendo la estación
Salidas, llegadas, retrasos de emociones
Destinos de ternura, amor y comprensión
Marcha el tren ahora brillante y altanero
Por las vías del destino a gran velocidad
Llenando los azules amaneceres mientras
parando despacito en la séptima estación
damos vueltas de nuevo al vestíbulo del reloj del tiempo
En la ruta que acompaña siempre, la melodía del tren.
Loren Simón (mayo 2009)
precioso mundo del tren
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