Bajo el viento de las olas
siento tu mirada
tu cabello plateado que iba
como tus palabras
Siento una molécula
de toda tu esencia
que acompaña mi tiempo
que nunca se llevará el silencio
Vivo como puedo a veces
con tus secuencias en mi cerebro
y atravieso la tarde
con tu dulce sonrisa
perdiéndote entre las nubes
de la inevitable despedida
¿Qué me queda?
me interrogó
entre las palmeras que dan sombra
a esta hoja de papel
pintado de blanco
como tús uñas que acaricié
entre mis lágrimas ahora
Me llevo todo el amor
compartido con la paz de tus ojos
con tu pan de chocolate
con tu sosiego
el cocido de garbanzos
la deliciosa sopa que llena de ternura
nos servías cada domingo
abrazados a la mesa
Instantes únicos
que nada, ni nadie
podrá borrar
de nuestro entrañable
recuerdo de ti.
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