Saboreábamos el jamón de la hermandad
sentaditos en el adoración de los minutos
el calor de la mañana acogía nuestras palabras
el calor de los recuerdos... la vida
Habían pasado los años de juegos imprevistos
habían quedado atrás
las salidas con las ranas
los cangrejos en el río se despidieron
pero...
la huella de aquel tesoro entre las huertas
permanece intacto
cargado de confianza
Ya no son atuendo los pantalones cortos
la visera o los libros de primaria
son los sueños que seguimos mimando
en los viajes del ahora
que nos regalamos llenos
cada vez
que una llamada inesperada
nos une
en los abrazos necesarios
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