Los rayos de sol nos dejaban tocar su luz
En nuestras manos se marcaba su reflejo
como el espejo de las olas
que no cesaban
de venir y marchar
Acompañando nuestro paseo
escuchando nuestra melodía
las gotas de agua brillaban en las mejillas
en el mar de nuestras gargantas
que respiraban bandejas de plata y oro...
Un amor desconocido hasta ahora
sorprendente
nos enseñaba una dimensión nueva
para el ayer o el mañana
Así se reflejaban los rayos de sol
sobre las olas
de una tarde de domingo Mar...
llena de ti
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