No sé que decirle al cielo
de esta fragilidad del ser
apenas puedo articular mis labios para decir
lo que grita mi único espíritu
que se balancea en esta mecedora de la vida
Soñar
no puedo dejar de soñar
amiga de la tierna niñez
cerca siempre en cada luna de mi ciudad
ahora tu piel no obedece...
al sonido de tus palabras y...
se paraliza el tiempo
Algo dirá el mar de este motivo
de esta incomprensión oscura
tropezamos para descansar
sin saber donde
nos lleva la ruta que divisamos
a lo lejos entre el horizonte gris y la luz
las lágrimas se nos escapan
sin querer
se funden en el dolor
que no responde
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