Flotábamos mientras te miraba
creciendo entre las burbujas
formando con tu cuerpo
un remolino de ilusión
adolescente, increíble, fugaz
Y me hipnotizas cual milagro
asombrada por tus brazos
ahora fuertes, antes tiernos
y te vuelvo a mirar
como luz deslumbrante
vistiéndome con tus ojos
asegurándome que la realidad
mima los relojes del tiempo
la dicha por ti
Verdadero como respirar con tu sonrisa
torbellino de bondad cerca de mi cabello
guiándote de la mano con tulipanes
aprendiendo de las estrellas que me rodean
con tu sabor
Un amor que permanece en el tiempo y con él crece, se expande, abraza a la vida y la honra. Nada más hermoso que envejecer algún día, juntos.
ResponderEliminarSiempre me produce una gran ternura leer tus poemas, Loren, están tan repletos de sueños y esperanzas que da gusto detenerse en ellos.
Un beso enorme, mi dulce.
Este poema destila felicidad.
ResponderEliminarMuy bonito.
Besos.