Esperaba la luna mi llegada pletórica, jovial
enternecida por un misterioso amanecer
como el agua que me cubría de fresco aroma
como rosas rojas, jazmines y pasión
Me alumbraba, me envolvía, me cubría
de un hechizo tierno como el pan recién hecho
cálido como la brisa acariciando la orilla de la playa
dulce como los mimos de la noche
El deseo de los sueños, los labios de la eternidad
Se guardan los tesoros en los océanos con sigilo
los silencios del atardecer me arrullaban mecida por tus olas
La vida me devolvía el sentido mientras
la arena mojada penetraba entre mis pies y
la luna me miraba una vez más… con anhelo y paz
enternecida por un misterioso amanecer
como el agua que me cubría de fresco aroma
como rosas rojas, jazmines y pasión
Me alumbraba, me envolvía, me cubría
de un hechizo tierno como el pan recién hecho
cálido como la brisa acariciando la orilla de la playa
dulce como los mimos de la noche
El deseo de los sueños, los labios de la eternidad
Se guardan los tesoros en los océanos con sigilo
los silencios del atardecer me arrullaban mecida por tus olas
La vida me devolvía el sentido mientras
la arena mojada penetraba entre mis pies y
la luna me miraba una vez más… con anhelo y paz
El cielo en la tierra.
ResponderEliminarQue bonito.
Besos.
El cielo viene de ti cuando me visitas. Gracias amigo. Besos
ResponderEliminarHe visto y sentido la escena, Loren, la maravillosa placidez de esa comunión con la naturaleza nocturna del mar.
ResponderEliminarComo siempre, tus poemas son una ternura.
Un beso enorme, querida amiga ;)
Liliana, tu presencia significa la ternura acariciando mis versos. Te deseo lo mejor, muchos besitos desde el mar
ResponderEliminarLa luna desde lo alto,
ResponderEliminarte miraba,
el agua te cubría,
la noche te envolvía,
el silencio te hablaba
entre susurros,
entre minutos
que se llenaban de paz.
Tus letras son ternura, amiga mía, eres tan dulce, y transmites tanta delicadeza, que venir a tu blog es alcanzar la paz.
Un beso enorme.